Teatro de Sombras

Luz y sombra son indispensables
para crear imágenes que el espectador completará con su bagaje personal. El teatro de sombras genera un espacio mágico en el que se da la complicidad. A veces, utilizando las palabras y otras, sin necesidad de una sola de ellas. En él, es viable generar universos enteros, ingresar a espacios de introspección, a las profundidades de los océanos, viajar en el tiempo y el espacio.

Todo esto a través de las imágenes que se muestran gracias a una fuente de luz... cálida y amorosa como una vela, deslumbrante y sobrecogedora como un reflector, tímida como la de una linterna, juguetona como la de un punto de luz con color. Múltiple como la suma de todas ellas o de diversas de la misma naturaleza.

También necesitamos una superficie donde reflejar, desde el público mismo o desde el lado opuesto, dependiendo de nuestra necesidad de espacio y de los requerimientos de nuestra creación. La superficie puede ser de tela, de vinil, una pared, muchos materiales son aptos, siempre y cuando sea lo que tenemos a nuestra disposición y nos guste emplearlo.

Entonces ¿qué vamos a proyectar? Podemos hacer sombras corporales puras, crear personajes con las sombras generadas por nuestros cuerpos con aditamentos, generar personajes por el movimiento y la posición de distintas partes de nuestro cuerpo, mostrar imágenes fijas o en movimiento a través de la combinación de los cuerpos de varias personas. Podemos también hacer títeres de sombras dibujando figuras planas -con o sin movimiento-, con algunos detalles que hagan la sombra digna de verse, en lugar de ser sólo una mancha. Una vez en este espacio podemos hacer títeres con sombras negras, títeres donde combinemos cartón y papel celofán para hacerlas con color, títeres sobre mica, plástico, placas de rayos x. Es viable fijarlas en una superficie y crear mundos completos para ser proyectados. La combinación de todos estos elementos puede dar un resultado glorioso. Porque puedes utilizar una infinita cantidad y variedad de recursos por separado y al unisono.

Ahora sólo falta tener algo que compartir. Un hilo conductor que permita al público identificarse, admirarse, emocionarse, sentir con lo proyectado. Algo muy íntimo, osado, novedoso, antiguo... depende de ti.

Recuerda que la música es un maravilloso complemento, así como los sonidos y todos los detalles que hagan de tu mundo algo disfrutable, creíble y capaz de ser revelado a los largo del espectáculo.

El único límite para estás creaciones es nuestra imaginación, pericia o nuestro deseo de permitir a otros conocer el color y la intensidad de las imágenes que viajan dentro de nuestra mente. El ensayo es fundamental... por cada minuto de espectáculo necesitas invertir una hora de ensayo, así que ya con esto puedes decidir cuánto tiempo durará tu obra... ya no falta nada, sólo echarlo a andar... Bendiciones.